No hace muchos días pude ver una foto
sobre el maltrato a una niña, de verdad me sentí con una mala ostia que en ese
momento, si me encuentro al autor de tal salvajada se arrepiente para toda la
vida de lo que hizo.
Este problema lleva existiendo a lo
largo de los tiempos, pero es en el siglo XX con la declaración de los derechos
del niño cuando se considera delito y por los años sesenta se le denomina el síndrome
del niño maltratado.
Lo que más nos llama la atención es
cuando hay maltrato físico, ya que podemos visualizarlo fácilmente, normalmente
son fracturas, quemaduras, arañazos, golpes, mordiscos y todo tipo de
salvajadas, esto no solo son los padres los que pueden realizarlo, también pueden
ser tutores, familiares y amigos, incluso profesores. También nos podemos encontrar
con otros tipos de maltrato iguales o peores, que es el psíquico, el abandono
de las funciones básicas por los padres o tutores y el que más asco nos da, que
es el abuso sexual.
Muchas veces he pensado, como una
persona puede llegar hacer esto a un niño, personas que tú mismo has conocido y
son personas aparentemente normales, te cuentan que está detenido o en la cárcel
por maltratar a su hijo o cosas parecidas.
Una vez ya hace bastantes años estando
comprando unas medicinas en la farmacia entro una señora, vamos una vecina de
campamento y yo la vi bastante alterada, le pidió a Don Alfonso, que era el farmacéutico
algo para que su hija comiera ya que no la podía hacer comer de ninguna forma,
este le dijo que tenía varias cosas, pero que lo mas importante era que se
sentara con ella e intentara con juegos y con paciencia darla de comer, en ese
momento la señora se derrumbó y se puso a llorar y empezó a contar lo que había
podido llegar hacer para que comiera, levantó la camiseta a la su hija, la niña
no tenía más de cuatro años, nos quedamos totalmente perplejos, estaba llena de
moratones de los pellizcos que la daba para que comiera, Don Alfonso la dijo
que tenía que llamar a la policía y que eso no se podía consentir, en esos
momentos me dio tanta pena esa mujer que le dije al farmacéutico, que si no se podía
llamar a un médico o a alguien que pudiera aconsejar a esta señora ya que no me parecía una buena
solución llamar a la policía y crear tanto a la mujer como a la niña una
situación tan desagradable, se lo pensó me dijo que si y así hizo, la mujer y
la niña se quedaron en la farmacia y yo me marche, no sé qué pasaría porque
nunca más pregunte, pero ahora con el paso de los años muchas veces me pregunto
si actué bien o si mejor hubiera sido que el farmacéutico llamara a la policía,
es una duda que siempre voy a tener dentro de mí. Esta historia real te hace
sensible en el momento, al ver llorar desconsolada a una madre y que
posiblemente sea verdad lo que decía, que estaba tan mal de ver a su hija
desnutrida, que hacia cualquier cosa para que comiera, ahora viéndolo desde la lejanía
del tiempo creo que se pueden hacer muchas cosas como por ejemplo un tan
sencilla como ir al médico, también pienso que seguro que detrás de todo esto
podía haber algo más profundo que nunca llegare ya a saber.
Hoy la frase es “Los hijos se
tienen no solo para evolucionar la especie, se tienen como acto de amor entre la pareja, a los
hijos hay que cuidarlos, quererlos, amarlos y educarlos, para que ellos cuando
tengan con sus parejas a los suyos, hagan lo mismo. Un niño maltratado será un
adulto traumatizado”.
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