Y ya es 31 de Enero, como pasan los
días, los meses, los años. Me acuerdo cuando era pequeño y quería ser mayor y
ahora que soy mayor, quiero ser pequeño, nunca se me podrá olvidar esa infancia tan
maravillosa que pase junto a mis padres y hermanos, esas regañinas que nos
daban mis padres, sobre todo mi madre, por estar todo el santo día enganchados en
peleas y disputas. Me acuerdo el primer día que fui al colegio, el colegio
Roma, más que un colegio era como clases particulares, la señorita Conchita era
la profesora, en aquella época una jovencita soltera que su padre alto cargo en
el ejército en aquellos años, la ennovio con un señor que era de Marruecos y que
un día nos lo presentaron en el colegio y dio unas clases de educación vial,
digo yo que sería educación vial porque nos contó cosas de señales de tráfico y
pasos de cebra, que diréis vosotros y para que cojones os contaba eso, si no había
ni coches antes. Bueno pues paso el tiempo y la señorita Conchita se casó con él,
pero las vueltas que da la vida, terminó recogiendo cartones por campamento y
la señorita Conchita con una barriga cada dos por tres. En este colegio pase
dos años desde los cuatro a los seis, luego me matricularon en el colegio
Hermanos Pinzón, allí pase toda la EGB, mi primer profesor Don Santiago, un
hijo de puta en toda regla, le caí mal desde el primer día y esto genera que
arrastres un cartel de puta madre en los años sucesivos, me daba unas castañas
y unos reglazos que no os podéis imaginar, en época de Semana Santa decía Jesús
ven que te han tocado seis torrijas, que eran seis reglazos, luego yo se lo
contaba a mi madre, iba a hablar con él y le decía que era un mentiroso y que me
inventaba las cosas, entonces cobraba en casa por mentiroso y hacer ir a mi
madre a al colegio a ver porque me pegaba el profesor. Solo creo que me libre
con el profesor que tuve en tercero Don Jose, un buen hombre que de vez en
cuando me daba un capón, porqué claro trigo limpio no se podía decir que fuera, pero tampoco era lo que decían los otros. La verdad que en EGB los profesores
me dieron lo que no está escrito, pero bueno me lo pase de puta madre y como
podéis ver los que me conocéis no me dejo ningún tipo de secuela ni física y
creo que psíquica tampoco, creo.......... Y para los que no me conoceis, pues os digo que soy muy guapo y alto, algo tendré que tener para que mi mujer se fijara en mi, ahora que lo pienso, lo mismo la di pena, no había caído nunca, bueno luego si lee esto, se lo pregunto y que me diga.
A parte de mis días de escuela, mi
escuela también fue la calle y sobre todo la casa de campo de Madrid, con mis partidos de
futbol, mis paseos con amigos y novietas de esos años, mis coladas en el zoo y
en el parque de atracciones, mis visitas al cine España, al Lisboa o al
Extremadura, donde veía películas con doble sesión continua para mayores de
18 años, en esas largas sesiones de cine descubrí los cuerpos de las mujeres a través
de los de Nadiuska, Bárbara Rey, Ana
Belén y tantas y tantas otras, que entonces, que buenas estaban y que viejas están
ahora, en ese tiempo también empecé a echar humo de los primeros cigarros que
encendía y apagaba continuamente porque entonces había más respeto que
ahora a las personas mayores y sobre todo si eran conocidas. Me acuerdo que
quería ser mayor para salir de casa y si me descuido todavía estoy en ella, mi
madre me decía cuando cumplas los quince o dieciséis años ya verás que rápido pasa
la vida y tenía toda la razón, como siempre, la vida pasa a golpe de segundero de
reloj con una velocidad que muchas veces piensas que en vez de ser segundos son
horas y sin darte cuenta pasa la vida. Os digo a todos que aprovechemos cada segundo de ella como
si fuera el último de nuestra vida disfrutando de todo lo que nos rodea y no perdáis
el tiempo en discusiones y peleas, esos minutos son preciosos.
Y mañana ya es 1 de febrero, como
pasa la vida ¿verdad?
El gran pensador y político indio Mahatma Gandhi sin
ninguna falta de razón decía “Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si
fueras a vivir siempre”.