Ayer viendo fotos volvimos al pasado, ese pasado que nunca
fue peor ni mejor simplemente fue diferente, pero eso sí, lleno de recuerdos, normalmente de buenos
recuerdos, si es verdad que te pones a ver fotos y en mi caso te das cuenta de
cómo se estropean los cuerpos, al vernos todos los días no nos damos
cuenta como va pasando la vida, pero la
vida pasa y para eso no hay ricos ni pobres, en ese aspecto somos todos
iguales.
Gracias a las fotos que hemos ido guardando unos y otros
podemos recrear nuestra propia historia familiar. El domingo revolví en el pasado de
mis recuerdos teniendo enfrente de mi imaginación a todos los que pasaban foto
a foto y como no acordarme de los que ya no están entre nosotros, como tía
Melchora, esa señora que siempre fue mayor, me acuerdo cuando iba a casa a
tomar un café y se pasaba el tiempo hablando con mi madre, no puedo decir de qué, pero hablaban, mi abuela Tomasa que siempre tenía en la boca la palabra
“pachucho” cuando hacíamos o decíamos algo no apropiado, como no acordarme de
los primos de mi madre, Pepe y Juan Antonio, los fruteros, cuando iba a comprar la fruta y
siempre tenían allí sentado a un hombre mayor haciendo cucuruchos de papel para
guardar la fruta, ese hombre mayor era su padre, tío Bernabé, marido de tía
Melchora, ellos tres siempre tenían una sonrisa para nosotros . Aun siendo muy
pequeño nunca se me olvidara el día que llegaron Pepe y Juan Antonio y dieron
la noticia de la muerte de mi abuelo Rufo. Repasando foto a foto llegan
recuerdos muchas veces alegres y dolorosos al mismo tiempo, cuando veo esas
fotos de las primeras comuniones donde no faltaba, mi padre, tío Vicente, tío
Kiko y como olvidarme de ese “pamplinas” como le decía su padre, que nos dejó
tan joven y que aparece en un sinfín de fotos unas veces riendo y otras
llorando, si estoy hablando de Manolo, se fue sin decirnos adiós en plena
juventud, sin poder ver crecer a sus chiquitines, sin poder seguir subiendo a
la montaña o sin poder seguir montando en bicicleta. Hoy mi recuerdo para él y
para todos los que nos faltan y están en esas fotos.
Para hoy la frase es “Los recuerdos
plasmados en papel, cuando pasa el tiempo y los volvemos a ver nos hacen
retroceder acordándonos de lo bueno y de lo malo también”.
