En los tiempos que corren parece ser
que los trabajadores estamos solo para que nos pisoteen y hagan con nosotros lo
que quieran, poco a poco y como dijo en su momento el gilipollas de Zapatero,
vamos viendo brotes verdes, pero no los que vio él, los brotes verdes de la
movilización colectiva pidiendo respeto a los puestos de trabajo, intentando
parar leyes bananeras y absurdas, movilizaciones en contra de desahucios
indiscriminados, movilizaciones para parar obras que atentan contra la dignidad
de un pueblo como la del barrio del Gamonal en Burgos, pero una que es la que
más ha llamado la atención en estos días es el plante que ha recibido la copa
del Rey por los jugadores del Real Racing de Santander, diréis que porque me
paro hoy en esto y la respuesta es muy sencilla, son trabajadores como nosotros
y han tenido la oportunidad de dar en directo el notición de que están hasta
los cojones de no cobrar y en muchos casos de vivir de la caridad de sus
familias, pero sabéis lo que más me llama la atención, de que los espectadores
en el campo los apoyaban, los acompañaban sus compañeros de profesión,
periodistas, los acompañamos en su protesta la mayoría de los españoles. No os
dais cuenta que hay algo raro en todo esto, no os dais cuenta que si todos
hiciéramos lo mismo defendiendo nuestros derechos también ganaríamos, no os
dais cuenta que si seguimos esperando va a llegar el momento que en la asfixia
en la que se encuentra actualmente la sociedad española no se va a poder
resistir y las consecuencias van a ser mucho peores.
Yo no puedo entender como once, veintitrés o personas las personas que sean, vamos un equipo de fútbol, es
capaz de conseguir sus objetivos estando unidos y que no seamos capaces los
españoles de terminar con el atropello continuo en el que nos encontramos.
Por eso digo que “con
dos cojones” a los jugadores del Racing, que han conseguido lo que querían y
han derrocado al presidente y toda la junta directiva.
Sabéis lo único que han
tenido que hacer, estar unidos, si todos los trabajadores españoles estuviéramos
unidos otro gallo nos cantaría, podíamos empezar hasta la revolución que
necesitamos y como decía el pintor y escritor español Santiago Rusiñol “Una revolución es el triunfo de los
ambiciosos de abajo sobre los medrosos de arriba”.
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